DONALD GRAY
Premio Rafael Manzano 2015

Donald Gray fue galardonado con el Premio Rafael Manzano 2015 por toda una vida profesional dedicada a dar continuidad a las tradiciones arquitectónicas españolas, trabajando siempre por incorporarlas a la práctica contemporánea, por actualizarlas y por mantenerlas vivas no sólo en la conservación de conjuntos urbanos existentes, sino también en la creación de otros de nueva planta, tomándolos como referencia para ello. Comenzó a trabajar en la Costa del Sol cuando ésta era aún un verdadero paraíso natural, planteando una bella alternativa, al urbanismo insostenible que se adoptaría generalmente para dar respuesta a la demanda del turismo de masas. Trabajó en la recuperación de los oficios que habían dado forma a las arquitecturas propias de la región, destacando en este sentido su labor al frente de la Escuela de Oficios de Lebrija. Afincado posteriormente en La Alpujarra granadina, continuó desde allí trabajando hasta el último día por la preservación de las singulares identidad y belleza de los núcleos urbanos de este entorno.

VÍDEO Presentación de Donald Gray y su obra

Vídeo realizado por Irene Pérez-Porro Stillman presentando la obra de Donald Gray, por la que ha sido galardonado con el Premio Rafael Manzano 2015

Biografía

Andalucía. Primeras obras

Donald Gray nació en Australia en 1935. No estudió arquitectura en la universidad, sino que fue aprendiendo el oficio estudiando directamente los modelos tradicionales y recogiendo las enseñanzas de los artesanos que los mantenían vivos.  Llegó a España en 1959, enamorándose en unos años de sus paisajes y sus gentes. Desde entonces no ha dejado de pintar, medir, analizar y dibujar sus paisajes, pueblos, arquitecturas y hasta sus más pequeños detalles, convirtiéndose en un gran conocedor de todos ellos. Diseñó y construyó su primera casa en 1961 en Torrecuevas (Almuñécar, Granada) y la segunda unos meses después al norte de Almuñécar, ambas en continuidad con las tradiciones andaluzas y buscando promover o recuperar los oficios artesanales de la región.

Urbanizaciones

Más adelante estas intervenciones irían adquiriendo una dimensión más urbana, buscando siempre recuperar la esencia del urbanismo local, con su luz y su color, sus calles, plazas y plazuelas, su vegetación y sus fuentes y monumentos, todo lo que estaba abandonando el modelo urbano destinado a la rápida y lucrativa satisfacción de la demanda del turismo de masas, que desgraciadamente estaba y está dirigiendo la transformación de las costas andaluzas. Hizo primero una pequeña urbanización de once casas, San Juan, en el lado este del Río Verde entre 1963 y 1964. Pese a tratarse de un pequeño conjunto, en él se aprecia ya lo que esencialmente caracterizaría sus trabajos posteriores: las formas tradicionales de crear un paisaje intemporal, arraigado en el lugar, concebido con un carácter propio y pensado para enriquecer la vida de la comunidad que lo habite, para que ésta se sienta vinculada e identificada con él. Entre 1965 y 1966 hizo una urbanización más grande, San Nicolás, cerca de La Herradura, con un pequeño hotel La Tartana, distribuido en torno a un patio típicamente local. Este hotel se convertiría en un lugar muy exitoso, el favorito de famosos visitantes como Brigitte Bardot.  Mientras el paisaje de la región iba degradándose con seriadas colmenas de viviendas completamente ajenas a él, estos conjuntos no sólo se integraban tan bien el lugar que parecían haber estado siempre ahí, sino que además atraían a la gente y les acompañaba un rotundo éxito comercial.

En 1967 comenzó la urbanización Pueblo López, entonces rodeada de vegetación y situada entre Fuengirola y Mijas. Era inicialmente un conjunto de unas 50 casas, creado a modo de pequeño centro urbano para una zona muy desestructurada, que necesitaba urgentemente núcleos de este tipo. Tanto, que la publicidad de la época lo anunciaba al turismo para que lo visitara como si fuera el antiguo centro histórico de Fuengirola. Posteriormente sería ampliado en sucesivas fases por otros arquitectos que seguirían sólo parcialmente el ejemplo del proyecto inicial.

Con los mismos criterios comenzó en 1969 la urbanización La Virginia, al oeste de Marbella, y en 1973 Las Lomas del Marbella Club, la más grande, con 90 casas que se desarrollaron en varias fases. Sus edificios, calles y plazas constituyen un muestrario de diferentes manifestaciones de la arquitectura andaluza, con énfasis en la de Marbella. Hizo igualmente uso del legado andalusí en la región, con algunos espacios inspirados en los modelos moriscos que han pervivido en algunos lugares de Andalucía y del norte de Marruecos, país por el que ha viajado mucho para formarse en estas tradiciones, muchas de ellas vivas aún a día de hoy. Paradójicamente, hoy este conjunto se ha convertido en un lugar protegido por la administración local, que nunca ha promovido este tipo de arquitectura y de configuración urbana. El trabajo en las Lomas continuó hasta 1984.  Durante estos mismos años realizó otros proyectos, como Los Naranjos, de 10 casas, en Nueva Andalucía, y El Nuevo Pueblo Mijas, donde intentó recuperar el fascinante estilo original de Mijas, hoy tan deteriorado por las últimas intervenciones.

Defensa de la arquitectura tradicional

En todos estos trabajos había de enfrentarse al mismo problema: cada vez había menos artesanos que dominaran bien los oficios tradicionales de los lugares en los que trabajaba. Por ello, entre 1986 y 1989 fue el creador y director artístico de la Escuela Taller de Lebrija (Sevilla), nacida al mismo tiempo como un centro de reinserción social de gente de la región y dedicada a las  diversas disciplinas conectadas con la arquitectura tradicional de Andalucía: albañilería, carpintería, herrería, cerámica, jardinería y la restauración de edificios históricos. Fue una escuela eminentemente práctica, que fue progresivamente construida y embellecida con el trabajo de sus propios alumnos, y donde se formaron algunos de los mejores artesanos que hoy trabajan en Andalucía. Sin embargo, pese a su éxito, el proyecto murió cuando estaba ya asentado y las autoridades que lo apoyaron en sus primeros años de andadura dejaron de interesarse por él y cancelaron su financiación. El magnífico equipo de maestros y artesanos que reuniera en torno a él para esta experiencia, se embarcaría más adelante en proyectos semejantes, aunque de menor escala y duración, en la región de La Alpujarra.

Alpujarra de Granada

Por esas mismas fechas realizó el hotel rural Prado del Toro en la misma zona granadina. Esta región, protegida en altos valles de montaña, parecía estar salvándose, al menos en parte, de la destrucción que había sobrevenido a otras zonas de Andalucía, provocando la desaparición de los maravillosos paisajes que le habían llevado a ella. A este reducto aún a salvo de estos procesos trasladó su residencia, para la que restauró una de sus singulares casas típicas, y allí ha centrado su trabajo desde entonces. Entre sus últimas intervenciones, localizadas ya en esta área y, como el hotel Prado Toro, basadas siempre en la tradición local, podría destacarse el nuevo ayuntamiento de Pitres  (Alpujarra), que diseñó en 2005. En todos estos proyectos ha trabajado junto a artesanos también residentes en la zona. Los trabajos de albañilería, forja, carpintería o azulejería que acompañan a cada uno de ellos han sido realizados con atención a los usos artesanales locales, contribuyendo indirectamente al desarrollo y a la fijación de población en una región que ha visto su población y su economía muy mermadas en los últimos años.

Un proyecto en Canarias

Durante casi una década, desde 1997 hasta 2006, dedicó gran parte de su tiempo a trabajar en el diseño de un proyecto para un gran hotel en Tenerife: Villa Erques. Se trataba de un hotel en forma de pueblo, donde diseñó tanto el paisaje urbano, con sus jardines, calles y plazas, como sus edificios,  todo ello en el estilo tradicional de las Islas Canarias.  Desgraciadamente, este proyecto finalmente no fue realizado, conservándose, sin embargo, una magnífica propuesta ya completamente definida y su amplio estudio preliminar del urbanismo, la arquitectura y la construcción tinerfeños, a los que dedicó docenas de dibujos.

Afincado posteriormente en La Alpujarra granadina, continuó desde allí trabajando hasta el último día por la preservación de las singulares identidad y belleza de los núcleos urbanos de este entorno. Además de continuar realizando edificios tan alpujarreños como las cada vez más asfixiantes normativas le permitieron, realizó una serie de libros sobre las tradiciones arquitectónicas de las diversas zonas de La Alpujarra, buscando con ellos acercarlas a la gente que en ella habita y construye, de modo que las conozcan y respeten.

Imágenes

Urbanización San Juan en la Vega del Río Verde, Almuñécar
Urbanización San Nicolás en la Herradura, Almuécar.
Pueblo López, Fuengirola,
Málaga
Urbanización La Virginia, Marbella.
Pueblo Nuevo, Mijas.
Urbanización las Lomas de Marbella Club
Escuela Taller en Lebrija, Sevilla.
Hotel Rural Prado Toro, Alpujarra
Casa en Atalbeitar, Alpujarra
Carmen Höning, Granada.
Proyecto Hotel Villa Erques, Tenerife.

Ceremonia de entrega del Premio Rafael Manzano 2015

Acto celebrado en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (Madrid) en octubre de 2015